Hace unos meses -en la feria del libro de Valencia- Fernando Marías (♥) daba una conferencia junto a Carlos Spottorno, Marta Rivera de la Cruz y Fernando Iwasaky en referencia a su iniciativa social "La hora del recreo" .
De esa conferencia comentar únicamente lo comedida que estaba Marta, lo interesante que me pareció Spottorno, lo delirantemente zafio de Iwasaky y lo grandérrimo de Marías.
Cinco fotógrafos y dieciséis escritores se unen para poner cara y voz a estos niños.
Durante abril de 2010 estos capturadores de instantes viajaron a los rincones más diversos de Latinoamérica para retratar el día a día de los niños que con ayuda de la fundación Proniño han alterado sus destinos permutando trabajos en condiciones extremas por aulas y una posibilidad real de futuro.
La edición queda a cargo del ínclito Marías y de Carlos Spottorno, que tras un prólogo magistral dan paso a estas dieciséis historias que tienen cara, nombre y apellidos.
Me ha costado unos meses disponer del tiempo suficiente para saborear este libro, que más que un libro es un pedazo de historia, que quedará grabada en nuestra mente por siempre. Y puede que sea lo mejor, ya que los hechos que se cuentan -visual o narrativamente- merecen ser recordados.
Con especial mención a los relatos "Piedras" y "Mar de Mares Infinitos". No os perdáis esta publicación. ¿Cuándo un buen relato -real, duro y crudo- puede ir acompañado de unas fotografías igual de potentes y no perder un ápice de su atractivo?
En cuanto a la edición, cuidadísima, con fotos a todo color, y unos textos bien editados, da gusto contemplar el trabajo bien llevado.
Las fotografías pertenecen tanto a la fundación telefónica como a sus respectivos autores. Haz click para agrandar.
De esa conferencia comentar únicamente lo comedida que estaba Marta, lo interesante que me pareció Spottorno, lo delirantemente zafio de Iwasaky y lo grandérrimo de Marías.
Cinco fotógrafos y dieciséis escritores se unen para poner cara y voz a estos niños.
Durante abril de 2010 estos capturadores de instantes viajaron a los rincones más diversos de Latinoamérica para retratar el día a día de los niños que con ayuda de la fundación Proniño han alterado sus destinos permutando trabajos en condiciones extremas por aulas y una posibilidad real de futuro.
La edición queda a cargo del ínclito Marías y de Carlos Spottorno, que tras un prólogo magistral dan paso a estas dieciséis historias que tienen cara, nombre y apellidos.
Me ha costado unos meses disponer del tiempo suficiente para saborear este libro, que más que un libro es un pedazo de historia, que quedará grabada en nuestra mente por siempre. Y puede que sea lo mejor, ya que los hechos que se cuentan -visual o narrativamente- merecen ser recordados.
Con especial mención a los relatos "Piedras" y "Mar de Mares Infinitos". No os perdáis esta publicación. ¿Cuándo un buen relato -real, duro y crudo- puede ir acompañado de unas fotografías igual de potentes y no perder un ápice de su atractivo?
En cuanto a la edición, cuidadísima, con fotos a todo color, y unos textos bien editados, da gusto contemplar el trabajo bien llevado.
Las fotografías pertenecen tanto a la fundación telefónica como a sus respectivos autores. Haz click para agrandar.
Sin duda mención especial para Anika, que amablemente me regaló el ejemplar que está en ahora en mi poder.
6 comentarios:
Qué preciosidad de imágenes! Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero las palabras que acompañan a éstas no se quedan atrás y consiguen que imagines más de lo que ves. Me has hecho necesitar este libro, gracias por la información!
Me encantaría tener este libro, porque las imágenes son alucinantes pero ahora mismo estoy un poco escasa de fondos para comprarlo así que tendrá que esperar...
:P
eomoi, tenerlo entre las manos es algo realmente especial, son imágenes de gran calidad cargadas de mucho sentimiento
samira, hazte un pozito, vale la pena.
Madre mía, qué cosa más bonita, de verdad.
Este libro es un regalo que no vale realmente lo que marca el precio. Las historias son preciosas.
Desde luego, he de decir que cuando estuve en la presentación con vosotras me llegó bastante la forma en que defendieron sus autores las historias. Desde luego es un libro para recordar.
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