02 mayo 2011

#Artículo Impar Vol I. Los chicos malos

 
Hoy por primera vez, tenemos entre nuestras páginas esta nueva sección.
Cada primer y tercer Lunes del mes (salvo alguna contada excepción) tendremos un artículo de opinión a cargo de una persona relevante, ya sea un escritor, bloguero, periodista, pintor...
Esta semana tenemos en esta casa a Olivia Ardey (Dama de Tréboles) que nos trae su interesante punto de vista antes este candente tema.
  

-Chicos malos en la literatura actual-

Cuando escojo un libro, suelo guiarme por la sinopsis y por las opiniones de quienes ya lo han leído. Y lo que me mueve casi siempre a decidirme por un título en lugar de otro, el es protagonista masculino… si es un poco malo, mejor. Sí, qué le voy a hacer, adoro las historias con chicos malos.
Identifico esa actitud de rebeldía con el hecho de ser joven. En la literatura adulta, aunque sean duros, prefiero el tipo irónico con sentido del humor.
Ojo, no hablo de malos odiosos, eso tipo de personaje que encierra una tirria de corazón negro y actúa siempre con intención de dañar. No soporto a los que tratan mal a la chica (incluso a los que parecen hacerlo sin darse cuenta), ni me gusta que intenten justificármelo con sus heridas del pasado. No. No cuela. A esos, no quiero verlos ni de lejos, y leerlos, mucho menos.
Me refiero a ese chico duro, irónico, que intenta ocultar detrás de sus salidas sarcásticas un auténtico yo adorable. Ese es el malo-malote que me gusta como protagonista, y a ese se lo perdono todo. Porque casi siempre su actitud poco comunicativa o de eterna provocación es fruto de un pasado tormentoso que no ha logrado superar. Y para eso, para ayudarle a encontrarse a sí mismo, aparecerá una chica metida en algún problema que, entre aventura y lío, sabrá redimirle.
La historia chico difícil-chica con problemas, puede parecer tópica pero en realidad es la situación que más conflictos asegura y por eso precisamente la elijo, porque sé que me enganchará de la primera página a la última.
Me gustan si son como Jace (“Cazadores de Sombras”), aunque también adoro a los de tipo expeditivo y peligroso (es su naturaleza…), pero comprensivo y que sabe escuchar como Diego (“Bree Tanner”).
Mi modelo de chico malo preferido es Damen (“Eternidad”), un malote guapísimo y vanidoso, pero con un corazón tierno. En su día también me fascinó Step (“A tres metros…”), el que mejor representa en mi opinión el modelo de dualidad “chico malo pero bueno”, aunque personalmente, me quedo con el de “Tengo ganas de ti”. Y la verdad es que, por las reseñas que he leído, poca gente es de mi opinión.
Pero prefiero a ese Step maduro y desencantado que comete errores, justo por eso: porque es imperfecto. Será una manía mía, pero pocas veces soporto en una novela un chico bueno buenísimo de los que sufren en silencio sin levantar jamás la voz. Esos me aburren. Ganas me dan, mientras leo, de gritarles “¡deja de ser perfecto como un robot!”… Lo siento, sé que muchos me detestaréis al leer esto, pero se me atragantó (¡y eso que me leí hasta la última página a ver si cambiaba!) el perfecto y querido John de Nicholas Spark.
No me odiéis, así son las cosas. Hay tantos gustos como lectores y, por suerte, libros a raudales con protagonistas tan distintos como para satisfacernos a todos.
He de reconocer que los buenos no siempre son aburridos. Hay historias en las que la trama nos ofrece algún personaje masculino tan intragable que, a la fuerza, necesita un chico inteligente y comprensivo como contrapunto. De no ser así, la lectura, más que disfrute, sería un castigo. Si existe un tipo como Nate (“El club de los corazones…”), a la fuerza necesito que aparezca cuanto alguien como Ryan, por mí como lectora… y por Penny.
Por supuesto, quiero historias de chicos malos pero sexys. Me gusta ese Patch (“Hus Hus”) seductor en actitud de continua provocación. Eso sí, sin pasarse de cortante ni de cínico. La ironía y el desplante, las prefiero en pequeñas dosis sin traspasar nunca la barrera que convierte una palabra irónica en hiriente. Tampoco me gustan tan reservados y taciturnos que llegan a caerme antipáticos, como el primer Daniel de la saga “Oscuros”.
En definitiva, creo que leer ficción es soñar y vivir otras vidas de papel. Por eso me gustan los malos en las páginas de un libro; porque para la vida real, para la de todos los días, me quedo con a alguien como Diego… y, ya puestos a pedir (sí, Sinsajo-fans) por supuesto con Peeta.



Bueno, pues esta es la opinión de Olivia ¿qué opináis vosotros?


*Texto original de Olivia Ardey

9 comentarios:

Anabel Botella dijo...

Has publicado el artículo dos veces, pero me ha gustado saber la opinión de Olivia. Me encanta Jace, Pacth, porque en el fondo tienen un corazón de oro, pero no así Steb. Los chulos no me van. También me gustan los buenos de Nicholas Spark, qué lo voy a hacer.

Loving.Paris dijo...

¡gracias por el soplo cielín! yo estoy en un sin vivir entre malotes y buenecillos xD

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elilith dijo...

Pues a mi a su manera me gustan todos jejee Aunque tiro más hacia el chico bueno como "Jake" en MDH <3!
Un artículo genial.

Un beso.

La chica del infinito <3!

Anna López dijo...

Totalmente de acuerdo, aunque últimamente parecen todos salidos del mismo molde.

Una sección de lo más interesante, estaré esperando la próxima entrada~ ¡Besitos!

Eomoi dijo...

Yo no suelo aguantar a los chicos (que van de) malos, personalmente le hubiera dado más de un sopapo a Jace. En realidad, prefiero un malo malísimo de esos que son malos hasta el final y siguen siendo malos una vez vencidos; no para mí, pero sí por el bien de una lectura entretenida. Los sosainas todo dulzura tampoco me van, por eso.

Creo que si tuviera que elegir a un chico del que me guste leer sería estilo Simon, divertido, que sabe ser sarcástico cuando corresponde, pero con el que se puede contar siempre. Y por supuesto, en la vida real un Peeta sería delicioso, no sólo por la cantidad de pasteles que podría hacerme para desayunar, jeje. Pero bueno, no puedo quejarme :p

Ésta me parece una sección muy atractiva, y un buen tema para empezar, hablando de chicos!

Airlun dijo...

¡Hola!
Estoy de acuerdo ^^ A mi también me van los chicos malos. Aun que me gustan también los chicos dulce y amable (aun que en exceso me empalagan :S), pero mi tendencia a la hora de elegir suele tirar más para el chico malo =D. Como Jace! (Lo adoro).

Besotes!!

Tempi dijo...

¡¡¡YUJUUUUU!!! Ya iba siendo hora de que empezase el artículo impar! :) ¿El tuyo para cuándo? :P

nikky dijo...

felicitaciones por la idea, me ha parecido brillante y original felicidades por el articulo!!!

Yo me quedo con Patch (Hush, Hush) como se le llama en el articulo " el sexy" se gana el titulo con creces, defenitivamente por mucho que nos cueste admitirlo nos gustan los chicos malos que rompen moldes.

Un saludo!!