Cuéntame un cuento; Dianna M Marqués

Bueno, pues a las ventanas Parisinas no deja de llegar gente, Dianna M Marqués decide saludar desde la balconada a todos nuestros lectores. Ella, que es una valiente nata (por algo autopublicó su primera novela, como lo hará con la segunda) no tiene ningún miedo en contestar estas preguntillas.

 -¿Quién es Dianna M. Marqués y cómo decide ser escritora?

Soy una barcelonesa de 30 años, amante de la creatividad y de todo lo que tenga que ver con lo artístico; me encanta dibujar, diseñar y, por supuesto, escribir. Siempre estoy soñando despierta.
Hace poco más de un año, me vi sumida en una depresión y, como no me gusta demasiado tomarme pastillas, decidí que mi antidepresivo fuera la lectura, ya que desde muy pequeña me ha gustado.
Devoré varios libros en pocas semanas y recordé lo bien que me lo había pasado a los 19 años, cuando escribí dos novelas románticas simplemente por diversión, así que me puse manos a la obra y seis meses después vió la luz Alma inmortal.

-¿De sus novelas, cual es la más especial o la que le llevó un esfuerzo emocional más intenso? (Conclusas o inconclusas)

No podría decidirme por una, la verdad es que todas tienen su encanto porque tienen una parte de mi muy personal, pero quizás la que será muy especial por su temática, ya que estará basada en un hecho real que me sucedió, será una de la cual no puedo hablar demasiado porque aún no la he escrito. Saldrá después de que termine La Saga del Escarabajo.

-¿Cómo se plantea la autopublicación y cómo se promociona una venta exclusiva por internet?

Soy una persona muy impaciente, y tenía tantísimas ganas de ver mi novela con forma de libro que me lanzé a la autopublicación sin pensarmelo demasiado. También me ayudó el hecho de que en muchos foros la gente desanimaba mucho diciendo que era prácticamente imposible publicar con una editorial.

Para promocionar la novela en internet, hacen falta tres cosas esenciales: tiempo (muchas horas para mandar e-mails), ganas e imaginación para crear una buena campaña de márketing. Si el libro es bueno y tiene buena acogida el resto funciona solo.

-¿Cual es el mejor momento del día de Dianna? ¿Es también el mejor momento para escribir?

Sin duda es cuando abro mi blog o el facebook y veo la respuesta de mis seguidores a las publicaciones diarias. No me cansaré de decirlo, si no fuera por mis "Inmortales" (como yo los llamo) hace muchos meses que me habría rendido. Su apoyo constante en mis momentos bajos y sus buenas críticas son un soplo de aire fresco para mi creatividad y ánimos.

El mejor momento para escribir en la época en la que creaba Alma inmortal eran las noches. Su silencio y tranquilidad me despejaban la mente. Pero, con La Isla del Dhaphiro y mi nuevo trabajo (antes estaba en el paro y podía pasarme toda la noche despierta si quería), he tenido que modificar mis hábitos y escribir por las tardes; hay que decir que he tenido que reforzar mi concentración.

-¿Cómo es el contacto con las editoriales? ¿Y con los lectores?

Por norma general, el trato con las editoriales suele ser frío, les mandas un manuscrito y toda la información que solicitan y a los dos o tres meses te suelen contestar con una carta tipo. Es muy normal que el trato no sea personalizado, porque cada día reciben montones de manuscritos, así que hay que tener paciencia.

El trato con mis lectores puedo decir que es toda una delicia. Suelen ser chicas y todas ellas son encantadoras; con muchas de ellas me escribo casi a diario y han pasado a ser más amigas que simples lectoras.

-¿Qué consejo daría una escritora a aquellos de nuestros lectores que sueñan con ver sus obras publicadas?

Que se armen de valor y paciencia. No les resultará facil ver su sueño cumplido, pero si ponen todo su empeño es muy posible que lo consigan. Lo más importante es rodearse de seres queridos que les ayuden en los momentos bajos y que no les dejen rendirse.

*Esta entrevista se ha publicado también en papel en la revista MELIC de Mislata.
Número 100. (Julio-Agosto. Página 11)  IR A LA VERSIÓN DIGITAL  (En Valenciano)

+Imágenes propiedad de la autora.