El idilio

Amigos, este pasado fin de semana las tierras catalanas contaron con la visita de Anabel Botella y esta parisina.

El Viernes cuando la noche ya era tal esta parisina se calzó su redbag y se encaminó a casa de la Srta. de las mil ventanas, al llegar charlamos como un buen par de cotorras blogueras, cuando quedaban escasas 5 horas para levantarnos decidimos de mutuo acuerdo irnos a reponer fuerzas para el día siguiente, que prometía, y mucho.

El despertador intentó llamar mi atención en un par de ocasiones, pero ¡ay de mí! incapaz de levantarme de la cama, no fue hasta que Anabel se acercó a la habitación que mis piernas decidieron (no sin coacción) emprender el camino.

Una duchita reparadora en OMG que baño tan cuco, y un café me volvieron persona, y de ahí, nos encaminamos al aeropuerto ^____^

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Ya en el avión, un café y un zumo de naranja más vieja me sentía dispuesta a disfrutar del fin de semana, de todas todas. Y cuando llegamos a la ciudad, nos fuimos directas a por mi Brunch favorito <3.

Por la tarde y cual groupies de libro ambas dos nos fuimos junto a Francesc (<3) a las pruebas de sonido. El lugar del concierto, precioso, precioso, lo que antaño fue un Convento hoy es algo así como un "Centro Juvenil". Al no poder asistir Estel ni Rocío (<3) a las pruebas de sonido, algún alma caritativa debía probar los micros, y dado que yo canto peor que una cebra con rinitis, nuestra bienamada Anabel se arrancó con un par de versiones de clásicos infantiles como "Juan pequeño" que me arrancaron un millón de carcajadas.

Poco más tarde nos reunimos con unos bombones blogueriles y allí todo fueron ya risas, ponis y exclusivas (ve a SB y entérate) conocí muy porfinmente (¿?) a mi loviada Anna Gallagher, es tan mona como aparenta, palabrita de BloguerScout.

En realidad cada vez que mis pies pisan Barcelona me inunda una sensación de felicidad que es difícil explicar, no sabría concretar el motivo, pero la verdad, cada momento es especial. 

Cada minuto se cronometra por lo efimero y cada sensación se magnifica por lo volátil.

Hay un vídeo por ahí con una interpretación magistral de Sue y Minara emulando a Edward y Bella en Volterra, no tiene desperdicio, lo prometo. Una vez tomamos nuestra dosis de cafeína nos pusimos en marcha para no llegar tarde a tan esperadísima cita, el concierto de Nikosia.

Por el camino vimos cosas que no debimos, hicimos cosas de las cuales culpo a la lluvia y reímos, reímos mucho. 

Al llegar al Convent Anabel y yo nos calzamos nuestras camisetas de la banda, como buenas groupies. Al comenzar el concierto, las emociones estaban a flor de piel. 

Era la primera vez, tras horas y horas de escuchar el cd, que podía disfrutar de Nikosia en estado puro, de Nikosia en directo.

Del concierto voy a decir únicamente una cosa, no podéis perderos a Nikosia en directo, son únicos. 

Además en directo estos músicos son increibles.

Después unas risas en el bar del Convent, y claro, tanta bloguera junta da lugar a unos vídeos que no tienen precio. Puede que otros se lo pasen bien, pero lo nuestro es diversión en estado puro.

Después el gran Domingo, tras un genial e interesante desayuno, Anabel y yo nos fuimos a Starbucks y allí, OMG, OMG OMG, tras estar viendo vídeos de Pomplamoose por la mañana ¡me encontré con Nataly Dawn en el baño! No sabía con seguridad si era ella, pero Anabel me animó a preguntarle y gracias a ella comprobamos que en efecto ¡era ella! Allí mismo, allí mismo, a mi lado, esa Nataly de voz dulce y "cristalina" esa de los ojos de mar y el cabello de sol, esa que tanto me hace reír en Youtube. Esa Nataly, esa.

En definitiva, me encanta Barcelona, me encanta.

*Las fotos se las robé vilmente a Anna